El papa Francisco sigue mejorando en su estado de salud y ya no se encuentra en condición reservada, aunque deberá permanecer algunos días más en el hospital Gemelli de Roma, donde ingresó el pasado 14 de febrero debido a una bronquitis que derivó en una doble neumonía.

El Vaticano informó este martes que el pontífice de 88 años «pasó una noche tranquila», en lo que marca el día 26 de su hospitalización. Según el parte médico más reciente, las mejoras observadas en los últimos días se han consolidado, con análisis de sangre y evaluaciones clínicas que muestran una buena respuesta a la terapia farmacológica.

A pesar de su estabilidad, los médicos han enfatizado que, debido a la complejidad de su cuadro clínico y la gravedad de la infección en el momento de su ingreso, Francisco deberá continuar su tratamiento en el hospital durante algunos días más. «Se trata de signos positivos en la evolución de la enfermedad, que deben ser recibidos con prudencia, pues la neumonía no ha terminado», indicó una fuente vaticana.

Durante su estadía en el hospital, el papa ha trabajado intermitentemente y se ha mantenido informado sobre los acontecimientos globales, incluyendo las recientes inundaciones en su natal Argentina. En un telegrama enviado el lunes, expresó su dolor por el desastre en la región de Bahía Blanca, que ha causado al menos 16 muertos, un centenar de desaparecidos y severos daños materiales.

Francisco ha enfrentado varios problemas de salud en los últimos años, incluyendo una cirugía de colon en 2021 y otra para tratar una hernia en 2023. Sin embargo, esta es su hospitalización más prolongada y grave desde el inicio de su papado en 2013.