Autoridades alertan sobre el creciente consumo de cigarrillos electrónicos entre adolescentes costarricenses
San José, Costa Rica. El vapeo se ha convertido en una preocupante tendencia entre los menores de edad en Costa Rica, encendiendo las alarmas entre autoridades de salud, centros educativos y padres de familia. Lo que inició como una alternativa al cigarrillo tradicional, hoy representa un riesgo grave y creciente para la salud de los adolescentes, quienes muchas veces desconocen el verdadero impacto que puede tener el uso de estos dispositivos.
Vapeo juvenil: un fenómeno silencioso y peligroso
Los dispositivos de vapeo —o cigarrillos electrónicos— han ganado terreno en las aulas y espacios públicos, gracias a su diseño discreto, sabores atractivos y una percepción errónea de ser inofensivos. Sin embargo, especialistas advierten que estos productos pueden tener consecuencias devastadoras para el desarrollo físico y mental de los jóvenes.
«Estos dispositivos permiten que la nicotina y otras sustancias tóxicas sean absorbidas de manera silenciosa. Al no generar olor o señales evidentes, los adolescentes pueden consumirlos sin ser detectados fácilmente por padres o docentes», explicó Monika Hidalgo, del Centro de Información de Medicamentos.
Daños que van más allá de los pulmones
Aunque aún se investiga el impacto a largo plazo del vapeo, los estudios médicos y las experiencias clínicas ya reflejan un patrón de consecuencias alarmantes, especialmente en adolescentes:
- Problemas respiratorios: aumento de casos de bronquitis, asma e infecciones pulmonares.
- Riesgos cardiovasculares: sustancias del vapeo alteran el flujo sanguíneo, elevan la presión arterial y dañan las arterias.
- Afectaciones neurológicas: la nicotina interfiere con el desarrollo cerebral, particularmente en áreas relacionadas con el aprendizaje, el autocontrol y la toma de decisiones.
Sabores dulces, acceso fácil y normalización
Uno de los factores que ha impulsado el consumo entre menores es la amplia disponibilidad de sabores como frutas tropicales, menta, chicle o postres, que hacen que el vapeo parezca más un juego que una adicción potencial. A esto se suma la presencia creciente de estos dispositivos en entornos escolares, donde circulan de forma oculta y con poca supervisión.
Muchos padres y docentes desconocen que los adolescentes pueden llevar estos dispositivos camuflados entre útiles escolares o incluso en accesorios cotidianos como memorias USB.
Educación y prevención: claves para combatir la epidemia
El Ministerio de Salud y otras entidades han hecho un llamado urgente a reforzar las campañas educativas sobre los peligros del vapeo. Además, se pide a los padres estar atentos a cambios en el comportamiento de sus hijos, así como promover alternativas saludables y actividades recreativas que alejen a los jóvenes de estas prácticas.
“Necesitamos romper el mito de que el vapeo es inocuo. Se requiere una acción conjunta entre familias, escuelas y autoridades para evitar que esta tendencia se convierta en una crisis de salud pública en adolescentes”, concluyen desde el ámbito médico.
¿Cómo actuar si sospecha que su hijo o estudiante vapea?
- Converse abiertamente sobre los riesgos del vapeo.
- Observe cambios de conducta, como tos persistente, fatiga o aislamiento.
- Revise mochilas y objetos personales si tiene sospechas justificadas.
- Busque apoyo profesional en centros de salud o consejería escolar.