San Salvador, El Salvador | 27 de mayo, 2025 — La tensión diplomática entre El Salvador y Estados Unidos aumentó este lunes, luego de que el congresista estadounidense Glenn Ivey denunciara que las autoridades salvadoreñas le impidieron visitar al migrante Kilmar Ábrego García, deportado “por error” por el gobierno de Donald Trump y actualmente recluido en una prisión de máxima seguridad.
Un viaje frustrado
Ivey, representante demócrata por el estado de Maryland, explicó que viajó a El Salvador con el objetivo de verificar el estado físico y legal de Ábrego, de 29 años, quien fue deportado en marzo y se encuentra en una granja penal en Santa Ana, a 70 kilómetros de la capital salvadoreña.
“Definitivamente no pudimos reunirnos con Kilmar. Llegamos a la prisión de Santa Ana, pero no nos dejaron entrar. Nos dijeron que necesitábamos un permiso en San Salvador, lo cual no tiene sentido porque ya había coordinado con el personal de admisiones”, declaró Ivey en una conferencia de prensa.
Deportación bajo disputa
Ábrego García fue expulsado durante el mandato de Trump, en una deportación que la misma administración calificó más tarde como un “error administrativo”. A pesar de esto, Washington se niega a repatriarlo, bajo el argumento de que el joven estaría vinculado con la pandilla MS-13, considerada organización terrorista global por EE. UU.
Su familia, sin embargo, asegura que Ábrego no tiene ninguna relación con grupos criminales y ha vivido legalmente en Estados Unidos. Su esposa y su madre, quienes residen en territorio estadounidense, han impulsado una campaña para su retorno.
Reacción legal y de derechos humanos
En la rueda de prensa también participó el abogado Chris Newman, representante legal de la familia de Ábrego, quien denunció la falta de información sobre su cliente:
“Es la tercera vez que estoy en El Salvador. No hemos tenido comunicación con él, no sabemos si está bien. Queremos acceso para brindarle servicios legales”, indicó Newman.
Ivey añadió que, aunque logró reunirse con defensores de derechos humanos locales, ningún funcionario del gobierno de Nayib Bukele accedió a recibirlo. El legislador también dijo haber conversado previamente con la embajadora salvadoreña en EE. UU., Milena Mayorga, para coordinar su visita.
Migrantes detenidos
El Salvador ha recibido 288 migrantes deportados desde EE. UU. en lo que va del año, incluyendo a 252 venezolanos. La mayoría de ellos permanecen detenidos en cárceles de máxima seguridad, una política que ha generado preocupación en organismos internacionales.
una política migratoria en tensión
Este caso expone las complejas consecuencias de la política migratoria aplicada durante el gobierno de Trump, y los desafíos legales que enfrentan quienes fueron deportados sin un debido proceso. La negativa del gobierno salvadoreño a permitir la visita del legislador podría tensar aún más las relaciones bilaterales, especialmente en temas de cooperación y derechos humanos.