San José, Costa Rica – A pesar de estar recluidos en módulos de máxima seguridad del Centro Penal La Reforma, peligrosos líderes de bandas criminales continúan dirigiendo operaciones delictivas desde el interior de la prisión. Así lo reveló el caso conocido como “Curry”, ocurrido en Limón, donde se comprobó que al menos 15 asesinatos fueron ordenados desde la cárcel.
La investigación, revelada este 10 de julio, expone las profundas fallas estructurales del sistema penitenciario costarricense, que no ha logrado impedir la comunicación de los cabecillas con el exterior, permitiéndoles mantener el control de territorios, ejecutar actos de violencia y seguir activos en el crimen organizado.
Según las autoridades, los líderes utilizan métodos clandestinos para burlar la seguridad carcelaria, incluyendo el uso de teléfonos móviles ingresados de forma ilegal, mensajes codificados, y el apoyo de terceros fuera del penal que ejecutan sus órdenes.
El caso “Curry” es solo un ejemplo más de cómo las cárceles han dejado de ser un freno para las organizaciones criminales y se han convertido en centros de mando encubiertos, desde donde se articulan extorsiones, ajustes de cuentas, tráfico de drogas y otras actividades ilícitas.
Expertos en seguridad advierten que esta situación pone en jaque la autoridad del Estado y evidencia la necesidad urgente de implementar reformas estructurales profundas en el sistema penitenciario, como la modernización de los sistemas de bloqueo de señal, mayor control en las visitas, vigilancia tecnológica avanzada y una reestructuración operativa en los módulos de alta peligrosidad.
Además, se hace un llamado a reforzar la inteligencia penitenciaria y mejorar la coordinación entre los entes judiciales, policiales y carcelarios, para evitar que desde las cárceles se continúe sembrando violencia en las calles.
El caso Curry es un grito de alerta que exige respuestas firmes y urgentes. La seguridad ciudadana no puede depender de un sistema penitenciario vulnerable ante el poder de las organizaciones criminales.