La economía mundial muestra señales de resiliencia, aunque el ritmo de expansión sigue por debajo del registrado en 2024.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó al alza su proyección de crecimiento económico global para este 2025, elevándola del 2,8% estimado en abril al 3%, a pesar del complejo panorama comercial y las tensiones arancelarias encabezadas por Estados Unidos.

La actualización del informe anual del organismo, publicada este martes, señala que, aunque se trata de una mejora respecto al pronóstico anterior, la economía mundial crecerá a un ritmo inferior al de 2024, cuando se alcanzó un 3,3%.

“La incertidumbre se mantiene elevada, pese a que Estados Unidos ha suspendido temporalmente la aplicación de nuevos aranceles más elevados, cuya vigencia expira el 1.º de agosto”, indicó el FMI.

Desde abril, Washington ha logrado acuerdos comerciales con países como el Reino Unido, Japón, Vietnam, Indonesia, Filipinas y la Unión Europea. Sin embargo, otras naciones como Brasil y México se enfrentan a aranceles inminentes del 50% y 30% respectivamente, lo que ha acelerado las negociaciones en las últimas semanas.

Inflación bajo control y estímulos económicos puntuales

Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del Fondo, explicó que el impacto de los aranceles no ha sido tan severo como se anticipaba inicialmente, gracias a factores como la depreciación del dólar y pequeños estímulos fiscales aplicados en economías como la de Estados Unidos.

Asimismo, destacó que la inflación global se mantiene dentro de lo previsto, con un promedio estimado de 4,2% para 2025 y una reducción esperada al 3,6% en 2026.

Uno de los elementos clave que ha sostenido el crecimiento ha sido el acopio anticipado de inventarios por parte de empresas que buscan protegerse de las tarifas. No obstante, Gourinchas advirtió que este fenómeno podría tener efectos negativos en el mediano plazo:

“Si los estantes se llenan ahora, no habrá necesidad de reabastecerlos más adelante, lo que podría traducirse en una desaceleración del comercio durante la segunda mitad del año y en 2026”.

Panorama desigual por regiones

El FMI proyecta que Estados Unidos crecerá un 1,9% en 2025, un ligero ajuste al alza (+0,1 pp), aunque por debajo del 2,8% de 2024. En tanto, la Eurozona avanzará un 1% (+0,2 pp), con mejoras marginales en países como Alemania (+0,1 pp) y un crecimiento más sólido en España (+2,5%).

Por su parte, China presenta una de las mayores revisiones al alza, con un crecimiento esperado del 4,8% (+0,8 pp), impulsado en parte por el aumento de exportaciones, especialmente hacia EE. UU., pese a los desafíos internos como la debilidad del consumo y la crisis en el sector inmobiliario.

América Latina: crecimiento moderado con señales positivas

En cuanto a América Latina y el Caribe, el FMI estima un crecimiento económico de 2,2% para 2025, una leve mejora de 0,2 puntos porcentuales respecto al informe de abril, aunque por debajo del 2,4% registrado el año anterior. Se prevé que la región recupere ese nivel en 2026.

  • Brasil, la economía más grande del continente, crecería un 2,3% (+0,3 pp), pese a enfrentar un contexto de deuda pública elevada.
  • México, que inicialmente había sido proyectado con una contracción del 0,3%, ahora se estima que crecerá un 0,2% (+0,5 pp), lo que representa un giro positivo.
  • Argentina mantuvo sin cambios sus perspectivas: +5,5% para este año y 4,5% para 2026, impulsada por sus políticas de estabilización.

Aunque el FMI no detalló proyecciones específicas para el resto de los países latinoamericanos, advirtió que las tensiones geopolíticas, si escalan, podrían interrumpir las cadenas de suministro globales y elevar los precios de materias primas esenciales para la región.