El aspirante presidencial del Partido Liberación Nacional (PLN), Álvaro Ramos, envió un mensaje directo y sin ambigüedades: no quiere vínculos políticos con Johnny Araya, exalcalde de San José, ni con quienes respalden su eventual regreso a la política activa.
En una entrevista , Ramos fue enfático:
“Quien decida respaldar a Johnny Araya no está con mi candidatura”.
Sus declaraciones surgen en medio de rumores sobre una posible participación de Araya en las elecciones nacionales de 2026, lo que ha generado movimientos dentro del PLN. Ante esto, Ramos dejó claro que su equipo político no solo no respalda a Araya, sino que se opone firmemente a cualquier intento por integrarlo en las listas del partido.
Influencia en el partido y control de papeletas
El economista y líder liberacionista aseguró contar con el respaldo suficiente dentro del PLN para impedir que Araya figure en los primeros lugares de la papeleta por San José.
“Soy capaz de articular a la Asamblea del partido para que no lo escoja en los primeros lugares”, advirtió.
Además, Ramos subrayó que Araya nunca ha formado parte de su movimiento interno, y que muchos dentro del partido celebran que siga alejado de la estructura actual.
“Él no fue parte de nuestro movimiento, y muchísimas personas están felices de que siga fuera”, añadió.
¿Contradicciones en el discurso de apertura?
Las declaraciones del candidato contrastan con el tono de apertura, unidad y renovación que ha promovido desde que lanzó su aspiración presidencial. Sin embargo, Ramos insiste en que el PLN no está fracturado, sino en medio de un proceso de transformación interna.
“El partido está en transición, no dividido. Cuando ha estado dividido es porque hay fuerzas muy parejas, y ese no es el caso ahora. Gané con el 80% en el país, en San José y en el cantón central de San José”, argumentó.
Una campaña que busca renovación y ruptura con el pasado
La postura firme de Álvaro Ramos refleja su estrategia de consolidar una imagen de cambio y distancia de las figuras más controvertidas del pasado liberacionista, al tiempo que intenta reposicionar al PLN como una fuerza política con visión moderna, liderazgo técnico y renovación ética.
Con esta declaración pública, el candidato marca un punto de inflexión en su campaña y deja claro que la lealtad dentro de su movimiento tendrá líneas bien definidas de cara a las elecciones de 2026.