Informe revela que debilidades estructurales amenazan sostenibilidad del régimen más importante del país.
La Contraloría General de la República (CGR) emitió una seria advertencia sobre la gestión de riesgos en el Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), señalando que esta es “fragmentada, reactiva y sin un enfoque integral”, lo que compromete la sostenibilidad financiera del principal fondo de pensiones del país.
Según el reciente informe de auditoría elaborado por la CGR, las acciones implementadas por la CCSS en respuesta a recomendaciones anteriores han sido insuficientes, y persisten siete riesgos estructurales, financieros y de control advertidos por la Superintendencia de Pensiones (SUPEN) desde hace más de tres años, sin que hayan sido debidamente atendidos.
Además, la auditoría reveló que, a seis años de su aprobación, la Dirección Institucional de Riesgos aún no opera, limitando gravemente la capacidad de anticipación ante amenazas críticas.
Segundo momento crítico se avecina
La Contraloría también destacó la ausencia de una valuación actuarial actualizada y oportuna, herramienta clave para analizar la sostenibilidad del IVM y definir estrategias de mitigación. La última valuación se realizó con información de 2022, pero no fue aprobada sino hasta 2024, lo cual debilita la toma de decisiones basada en datos actuales.
Desde el año 2012, el régimen enfrenta una insuficiencia de ingresos, situación que ha obligado al uso de los intereses de la reserva, considerado el primer momento crítico. Más alarmante aún, la Auditoría Interna de la CCSS advirtió recientemente que en 2025 podría ser necesario recurrir al principal de la reserva, lo cual marcaría un segundo momento crítico en la sostenibilidad del fondo.
Aunque la CCSS ha atribuido los retrasos a factores como la falta de insumos, salida de personal especializado y problemas en la calidad de la información, la CGR enfatizó que no existen mecanismos institucionales definidos para anticipar, mitigar o resolver estas contingencias.
Recomendaciones y advertencia final
Ante este panorama, la Contraloría ordenó a la Junta Directiva y a la presidencia ejecutiva de la CCSS adoptar las disposiciones señaladas en el informe, con el fin de corregir las deficiencias identificadas.
“La falta de un enfoque institucional proactivo incrementa la exposición del IVM a escenarios de sostenibilidad comprometida, los cuales han sido advertidos desde hace más de una década”, concluye el informe.
Este nuevo llamado de atención se suma a una creciente preocupación nacional sobre la viabilidad del sistema público de pensiones, y plantea la necesidad urgente de una reestructuración profunda en la gestión de riesgos del IVM.