Un reciente estudio publicado por la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR), con base en la metodología del Monitor Global de Emprendedurismo (GEM) del Banco Mundial, revela un panorama preocupante: la educación costarricense en los niveles primario y secundario presenta graves deficiencias en la formación emprendedora de los estudiantes.

Según el informe, la falta de enfoque curricular hacia el pensamiento empresarial, la creatividad y la iniciativa personal impide que los jóvenes desarrollen desde edades tempranas las habilidades necesarias para convertirse en futuros emprendedores.

¿Qué está fallando en las aulas?

Uno de los hallazgos más relevantes del informe es la escasa presencia de contenidos relacionados con el emprendimiento en los programas educativos actuales. A través de entrevistas con especialistas y análisis de planes de estudio, se identificó que la formación escolar:

  • No promueve la cultura emprendedora.
  • Carece de enseñanza básica en economía y finanzas.
  • No incentiva la creación de proyectos propios.

Esto limita significativamente el surgimiento de ideas innovadoras entre los estudiantes y retrasa el desarrollo de una mentalidad empresarial sólida.

Además, se señala que el sistema educativo sigue enfocado en modelos tradicionales de enseñanza, dejando de lado competencias clave como:

✔ Educación financiera básica
✔ Resolución de problemas
✔ Pensamiento creativo e innovación
✔ Liderazgo
✔ Capacidad para asumir riesgos

Universidad: más avances, pero con limitaciones

En contraste, el estudio resalta que las universidades costarricenses han mostrado mayores avances en el fomento del emprendimiento. Muchas instituciones han incorporado programas, incubadoras y redes de apoyo para el desarrollo de startups y nuevas empresas.

Sin embargo, estas iniciativas están concentradas principalmente en las escuelas de negocios, dejando rezagadas a otras áreas del conocimiento, como las ingenierías y ciencias, que tienen un gran potencial para generar innovación de alto impacto.

El informe también critica la baja transferencia de conocimiento e innovación del sector académico al productivo, debido a la falta de incentivos y mecanismos eficaces para que investigadores transformen sus ideas en proyectos empresariales reales.

Recomendaciones para un cambio estructural

El estudio de la CICR propone una serie de acciones concretas para corregir el rumbo y fomentar una educación verdaderamente orientada al emprendimiento:

🔹 Incluir contenidos de cultura emprendedora en los planes de estudio desde primaria.
🔹 Formalizar la enseñanza del emprendimiento como asignatura en todos los niveles.
🔹 Implementar actividades prácticas que fortalezcan habilidades empresariales.
🔹 Fortalecer el pensamiento crítico, la innovación y la educación financiera.
🔹 Promover programas extracurriculares, talleres y mentorías para jóvenes con alto potencial.