El Canal de Panamá ha reafirmado que no ha realizado ajustes en los peajes aplicados a las embarcaciones de Estados Unidos, desmintiendo así las declaraciones de la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien aseguró que se habían eliminado las tarifas para los buques navales estadounidenses.
En un comunicado oficial, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) enfatizó que no se han efectuado modificaciones en las tarifas ni en otros derechos relacionados con el tránsito por la vía interoceánica. Esta aclaración surge en respuesta a las declaraciones de Leavitt, quien calificó la supuesta eliminación de tarifas como «una victoria para Estados Unidos».
Esta no es la primera vez que la ACP desmiente tales afirmaciones. El pasado 5 de febrero, el Gobierno de Estados Unidos adelantó que Panamá había supuestamente aceptado no cobrar a sus buques por el tránsito por el Canal de Panamá, ahorrando así «millones de dólares al año», una información que poco después la Autoridad del Canal de Panamá rechazó. El presidente panameño, José Raúl Mulino, calificó esta información como una «falsedad (…) intolerable».
Las tarifas del Canal de Panamá se calculan con base en una tarifa fija, de acuerdo con la esclusa utilizada y la categoría de tamaño del buque, y una tarifa variable por capacidad del buque. Este cálculo se realiza independientemente de la bandera del buque, conforme al tratado de neutralidad firmado en 1977.
Las declaraciones de Leavitt surgieron tras el discurso del presidente Donald Trump ante el Congreso, en el que reiteró que su Administración «reclamará el Canal de Panamá; ya lo empezamos a hacer», a lo que el presidente panameño, José Raúl Mulino, respondió: «Nuevamente miente».
Además, Trump hizo referencia al acuerdo de venta al consorcio encabezado por el fondo de inversiones BlackRock del 90% de la sociedad mediante la cual el conglomerado hongkonés CK Hutchison opera los puertos panameños de Balboa y Cristóbal, insistiendo en la supuesta influencia china en la vía interoceánica. Las autoridades panameñas han negado repetidamente cualquier injerencia extranjera en la administración del canal, enfatizando que la vía acuática «es y seguirá siendo» de Panamá desde su transferencia el 31 de diciembre de 1999.
Este intercambio de declaraciones subraya las tensiones diplomáticas actuales entre Panamá y Estados Unidos respecto a la gestión y control del Canal de Panamá, una infraestructura de vital importancia para el comercio mundial y el orgullo nacional panameño.