Un preocupante caso de presunta violencia escolar sacude a la comunidad educativa de la escuela María Auxiliadora, ubicada en San José, luego de que un niño de apenas siete años fuera víctima de una amenaza de muerte dentro del aula por parte de otro estudiante.
El incidente, que ha generado alarma entre padres de familia y autoridades, fue denunciado por los familiares del menor afectado, quienes alegan una falta de acción adecuada por parte de la docente a cargo y del personal psicológico de la institución.
Según relató el hermano del niño, la amenaza se produjo dentro del salón de clases, cuando otro estudiante le dijo: “te voy a matar”, frase que, aseguran, fue comunicada de inmediato a la institución mediante los canales oficiales.
“Ese mismo día enviamos un correo por la aplicación oficial de la escuela, tal como se nos ha indicado en las reuniones de padres. Esperábamos una reacción inmediata, pero no fue así”, expresó el familiar.
Amenazas persistieron mediante mensajes escritos
La situación se agravó días después, cuando el menor regresó a casa con tres notas manuscritas encontradas en su pupitre. En una se leía simplemente «hola», en otra “soy tu amigo imaginario” y la tercera repetía la alarmante frase: “te voy a matar”.
Los familiares señalan que tras una reunión con las autoridades del centro educativo se levantó un acta del hecho, sin embargo, hasta el momento no se les ha entregado copia de la misma. Ante lo que califican como una respuesta insuficiente por parte de la escuela, decidieron escalar el caso.
Denuncias ante OIJ, MEP y PANI
La familia presentó una denuncia formal ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), detallando tanto el contenido de las amenazas como la supuesta omisión de los responsables del centro educativo.
Asimismo, el caso fue puesto en conocimiento del Ministerio de Educación Pública (MEP), específicamente de la Dirección de Vida Estudiantil, y del Patronato Nacional de la Infancia (PANI). Este último ya habría solicitado la apertura de una auditoría interna en la institución para determinar si se vulneraron los derechos del menor.
“Todo niño de esta edad queda confundido y asustado ante una amenaza como esta. No entiende por qué alguien le desearía hacer daño. Lo mínimo que esperábamos era empatía y una acción contundente de parte del colegio”, agregó el hermano del menor.
Llamado urgente a revisar protocolos contra el acoso escolar
El caso pone en evidencia la necesidad de revisar y reforzar los protocolos de atención contra el acoso escolar, especialmente en centros educativos privados, donde muchas veces se presume una respuesta eficaz que, según esta familia, no se materializó.
“Estamos hablando del bien jurídico más importante: la vida. No se trata solo de bullying; cuando este tipo de violencia escala al nivel de amenazas directas, debe haber una actuación inmediata y proporcional”, advirtieron los familiares.
El caso continúa bajo investigación y ha reabierto el debate nacional sobre el abordaje de la violencia escolar desde edades tempranas.