El uso de vehículos eléctricos (VE) en Costa Rica continúa creciendo a un ritmo acelerado. Entre 2023 y 2024, el país registró 10.513 vehículos más de este tipo, lo que representa un aumento del 46,3%. Sin embargo, la expansión de la infraestructura de recarga no ha seguido el mismo ritmo, generando preocupación entre los usuarios.
Falta de cargadores: el principal desafío
La insuficiencia de puestos de carga es uno de los mayores obstáculos que enfrentan los propietarios de vehículos eléctricos. Según datos de la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (Asomove), en el país hay 60 estaciones de carga rápida operadas por los seis principales distribuidores de energía. Esto equivale a un promedio de 378 carros eléctricos por cada puesto de carga rápida, una cifra que refleja claramente la alta demanda.
“No hay tantos cargadores como debería haber. Eso hace falta, más cargadores”, expresó una usuaria de apellido Delgado. Otro usuario, de apellido Gago, mencionó: “Hay que saber dónde se vive y si es apto para poder tener dónde cargar un carro eléctrico. Pensar en eso se convierte en un nuevo estrés”.

Proyecto de ley en discusión
El gobierno está consciente de la problemática y trabaja en soluciones. El vicepresidente de la República, Stephan Brunner, expresó su preocupación por la demora en la aprobación del proyecto de ley 24.171. Este proyecto, impulsado por la diputada del Partido Liberal Progresista (PLP), Kattia Cambronero, busca ampliar la red de recarga eléctrica en el país. La propuesta permitiría a personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, desarrollar, operar y vender el servicio de recarga para vehículos eléctricos.
Sin embargo, la iniciativa enfrenta retrasos debido a más de 150 mociones presentadas por la diputada Katherine Moreira Brown. “Es un sinsentido que diputadas estén defendiendo mociones que presentaron sin criterios técnicos”, declaró Cambronero, quien lidera el proyecto actualmente en discusión en la Comisión de Ambiente de la Asamblea Legislativa.
Un futuro eléctrico con desafíos
A pesar de los beneficios indiscutibles de la movilidad eléctrica, la falta de infraestructura suficiente genera un nuevo estrés para los usuarios. El gobierno y los legisladores deberán trabajar en conjunto para superar estos retos y garantizar que Costa Rica esté preparada para el auge de los vehículos eléctricos.