En una conferencia de prensa, el presidente Rodrigo Chaves anunció la eliminación del Programa de Afectividad y Sexualidad en las aulas, calificándolo como una “perversión”. Durante su intervención, el mandatario arremetió contra los exministros de Educación Leonardo Garnier, Sonia Marta Mora y Édgar Mora, a quienes responsabilizó de haber impulsado estos contenidos en el sistema educativo.

Críticas y reacciones

La eliminación de estos programas ha generado una ola de críticas por parte de médicos, académicos, el Estado de la Educación y las universidades públicas, quienes han solicitado reconsiderar la medida. Leonardo Garnier y Édgar Mora calificaron la decisión como un grave retroceso en la educación costarricense.

Sin embargo, el presidente rechazó estos señalamientos y defendió la eliminación del programa, argumentando que su decisión es una corrección necesaria.

“Sacar esta asignatura de las aulas es enderezar un pecado ante Dios y otros seres humanos, que había que corregir desde hace tiempo”, afirmó Chaves.

Nueva propuesta: Educación para la Paz y la Convivencia

El gobierno propone sustituir el Programa de Afectividad y Sexualidad por el Programa de Estudio de Educación para la Paz y la Convivencia. Según el documento de propuesta presentado por el Ministerio de Educación Pública (MEP), este nuevo enfoque no se centrará exclusivamente en temas de sexualidad, sino en valores y convivencia.

“La educación sexual es responsabilidad primaria de la familia y al MEP le corresponde complementar esta educación”, indica el documento.

El MEP también afirmó que el programa eliminado contenía elementos de contenido erótico, lo que reforzó la decisión de su eliminación.

Debate abierto

El anuncio ha intensificado el debate sobre el papel del Estado en la educación sexual y el impacto de esta medida en la formación de los jóvenes. Mientras sectores académicos y médicos advierten sobre los riesgos de la desinformación, el gobierno defiende su postura de que la educación sexual debe ser impartida principalmente en el hogar.

La controversia continúa, y distintos sectores han manifestado su intención de seguir luchando por la permanencia de una educación sexual integral en el país.