Exalcalde de San José cuestiona la lentitud del proceso judicial que enfrenta junto a Celso Gamboa y Berenice Smith.
En medio del proceso judicial que enfrenta por presunto tráfico de influencias, el exalcalde de San José, Johnny Araya Monge, aseguró sentirse “víctima de un sistema judicial que no garantiza una justicia pronta y cumplida”. Así lo expresó este martes ante los medios de comunicación, a su ingreso al juicio que se desarrolla en el Tribunal Penal de Hacienda y de la Función Pública, en San José.
Araya es juzgado nuevamente junto al exmagistrado y exministro de Seguridad Celso Gamboa y la exfiscala Berenice Smith, como parte de un juicio de reenvío ordenado por el Tribunal de Apelaciones tras anular el fallo absolutorio emitido en 2021.
Origen del caso
El expediente judicial se relaciona con hechos ocurridos en 2015, cuando supuestamente Gamboa y Smith habrían intervenido para favorecer a Araya con un documento judicial alterado, en el que se eliminaba una causa penal pendiente en su contra. Según el Ministerio Público, la supuesta maniobra buscaba limpiar el historial judicial del entonces alcalde capitalino para facilitar su aspiración política.
En 2021, los tres imputados fueron absueltos por duda razonable. No obstante, en 2023, el Tribunal de Apelaciones anuló ese veredicto y ordenó repetir el juicio, al considerar que había elementos que no fueron valorados de forma adecuada por los jueces de primera instancia.
Críticas al sistema
Visiblemente incómodo con la repetición del proceso, Araya afirmó que el caso ha tenido un impacto personal y político profundo. “Me siento víctima de un sistema judicial que no ha resuelto este caso con la celeridad que corresponde. Han pasado casi diez años desde los hechos y seguimos sin una resolución definitiva”, expresó.
Su defensa sostiene que Araya no tuvo participación activa ni conocimiento de ningún tipo de manipulación de documentos, y que no existen pruebas que lo vinculen directamente con alguna gestión indebida.
Contexto actual
Este nuevo debate judicial se da en un contexto particularmente complejo, ya que uno de los imputados, Celso Gamboa, enfrenta además un proceso paralelo de extradición solicitado por Estados Unidos, que lo vincula con actividades de presunto narcotráfico, lo cual ha intensificado las medidas de seguridad y el interés público en torno al caso.
El juicio por el presunto tráfico de influencias continuará durante las próximas semanas, con la comparecencia de testigos y la presentación de pruebas por parte de las partes involucradas.
Mientras tanto, Johnny Araya reitera su confianza en que, al final del proceso, volverá a quedar demostrada su inocencia. “Espero que esta vez la justicia llegue, aunque tarde”, concluyó.