El cultivo de marihuana hidropónica en viviendas particulares está ganando terreno en el país, convirtiéndose en una práctica discreta, rentable y difícil de detectar para las autoridades. Esta modalidad de producción, que requiere tecnología avanzada y espacios controlados, ha sido catalogada por expertos como la nueva “tendencia gourmet” en el mundo del cannabis.
A diferencia del cultivo tradicional, el sistema hidropónico no utiliza tierra, sino soluciones nutritivas en agua, luces LED especiales, sistemas de ventilación automatizados y ambientes cerrados que permiten controlar cada variable del crecimiento de la planta. Todo esto sin generar sospechas desde el exterior.
Alta tecnología al servicio del anonimato
Recientemente, durante un operativo, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) logró desmantelar un laboratorio oculto en una casa de habitación, donde se cultivaba marihuana hidropónica. El hallazgo incluyó plantas en fase avanzada de crecimiento, lámparas de cultivo, extractores, fertilizantes y sistemas de riego automatizado.
Este tipo de instalaciones son comúnmente invisibles para el ojo público, ya que operan en habitaciones cerradas, bodegas, áticos o sótanos, con un nivel de sigilo que complica la labor de vigilancia y fiscalización de las autoridades.
“El problema es que estos cultivos no emiten olores notorios ni señales visibles desde la calle. Solo mediante denuncias o investigaciones previas logramos detectarlos”, comentó una fuente del OIJ.
¿Qué hace a esta marihuana “gourmet”?
La marihuana producida por este método suele ser de mayor pureza, potencia y valor económico, al estar sometida a condiciones de cultivo controladas. Esto ha llevado a que se le denomine coloquialmente como “marihuana gourmet”, dado su precio elevado y alta demanda en ciertos círculos de consumidores.
Además, el sistema permite cosechas más frecuentes y sostenidas, lo cual aumenta la rentabilidad para quienes lo producen de forma clandestina.
Desafíos para las autoridades
El crecimiento de estos cultivos caseros representa un reto importante para las fuerzas de seguridad. Las tecnologías empleadas y el uso de propiedades privadas como centros de producción dificultan las inspecciones y requieren investigaciones especializadas.
A pesar de los avances tecnológicos que permiten producir esta marihuana con estándares elevados, su comercialización continúa siendo ilegal en Costa Rica, y quienes la practican enfrentan penas por tráfico y producción de drogas.
Alerta ciudadana
Las autoridades instan a la población a reportar cualquier actividad sospechosa que pueda estar relacionada con este tipo de cultivo. Factores como consumo elevado de electricidad, equipos ruidosos, ventanas selladas o entradas restringidas pueden ser indicios de laboratorios caseros de marihuana.
La marihuana hidropónica “gourmet” está creciendo en silencio, pero su impacto podría tener consecuencias legales y sociales de gran alcance.