San José, Costa Rica | 6 de mayo de 2025 – Las cifras de fatalidades en carretera continúan generando preocupación en Costa Rica. Según datos oficiales del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), el 54% de los fallecidos en accidentes de tránsito hasta abril viajaban en motocicleta.

118 motociclistas han muerto en carretera este año

De los 218 fallecidos en total durante los primeros cuatro meses de 2025, 118 eran motociclistas, lo que confirma una vez más que este es el grupo más vulnerable en la red vial costarricense.

Las cifras detalladas del MOPT indican que:

  • Motocicletas: 118 víctimas fatales
  • Automóviles: 26 víctimas
  • Bicicletas: 15 víctimas
  • Otros medios: 59 víctimas en diversas circunstancias

Principales causas: velocidad e invasión de carril

El informe también señala que la velocidad excesiva sigue siendo la principal causa de muertes en carretera. Le siguen:

  • Invasión de carril contrario: 47 casos
  • Imprudencia del conductor: 36 casos
  • Imprudencia del peatón: 22 casos

Estas cifras revelan un patrón peligroso de comportamiento en las vías, tanto por parte de conductores como de peatones.

Llamado urgente a la prevención

Las autoridades hacen un llamado enérgico a los conductores de todo tipo de vehículos a utilizar correctamente los dispositivos de seguridad, entre ellos:

  • Cinturón de seguridad (en todo tipo de asiento)
  • Casco certificado y chaleco reflectante para motociclistas
  • Luces y elementos visibles para ciclistas

Además, recomiendan salir con suficiente antelación para evitar la “tentación” de conducir con exceso de velocidad, una de las causas más letales de accidentes.

El MOPT también insiste en la responsabilidad de los peatones, quienes deben respetar las señales, usar pasos peatonales y mantenerse alerta como actores viales.

¿Cómo revertir la tendencia?

Organismos como el Consejo de Seguridad Vial (COSEVI) y la Policía de Tránsito continúan implementando campañas de educación, operativos de control y sanciones a conductores temerarios. No obstante, las cifras reflejan que el cambio más urgente debe ser cultural, promoviendo una convivencia vial más respetuosa, responsable y empática.