Las nuevas directrices médicas advierten que el riesgo de hemorragias supera los beneficios cardiovasculares en ciertos grupos. Han pasado cinco años desde que cambió el consejo médico sobre tomar una pequeña dosis diaria de aspirina para prevenir infartos e ictus, una recomendación ahora desfasada para gran parte de la población. Sin embargo, muchas personas aún desconocen esta actualización en las directrices sanitarias.

Por ejemplo, en Estados Unidos, casi la mitad de los adultos sigue creyendo, de forma equivocada, que tomar aspirina a diario es más beneficioso que arriesgado, una idea errónea que podría estar poniendo en peligro la salud de quienes la toman con regularidad.

Un giro radical en las directrices médicas

Todo cambió en 2019, cuando el Colegio Americano de Cardiología y la Asociación Americana del Corazón publicaron nuevas directrices sobre el uso preventivo de la aspirina. Ya no se recomienda el uso rutinario de aspirina en dosis bajas (75-100 mg) para adultos mayores de 70 años ni para cualquier persona con mayor riesgo de hemorragia.

En 2022, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos desaconsejó el uso preventivo de aspirina a todas las personas de 60 años o más, ya que los riesgos de hemorragia gastrointestinal superan los beneficios cardiovasculares en estos grupos de edad.

Hábito difícil de cambiar

Según un estudio de 2019 financiado por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, aproximadamente 29 millones de personas mayores de 40 años sin cardiopatías en Estados Unidos toman aspirina de forma preventiva, y 6,6 millones lo hacen sin recomendación médica.

La encuesta del Centro Annenberg de Políticas Públicas de la Universidad de Pensilvania también reveló que el 26 % de los mayores de 60 años sin antecedentes de cardiopatía toma aspirina al menos una vez al mes, en comparación con el 12 % de los adultos entre 40 y 59 años y el 15 % de aquellos entre 18 y 39 años.

¿Quién debería tomar aspirina?

Las nuevas directrices establecen recomendaciones según la edad y el perfil de riesgo:

  • Los adultos mayores de 70 años deben evitar su uso preventivo.
  • Cualquier persona con riesgo de hemorragia debe evitar su uso.
  • Adultos entre 40 y 70 años podrían considerarla solo si tienen un mayor riesgo de cardiopatía y no presentan riesgo de hemorragia.
  • Para personas entre 40 y 59 años, solo es recomendable si su riesgo cardiovascular a 10 años es igual o superior al 10 %.

Importancia del consejo médico

Estas recomendaciones se aplican a la prevención primaria en personas sanas. Para quienes han sufrido un infarto, un ictus o tienen enfermedad cardiovascular, las indicaciones pueden ser distintas.

Como enfatizan los expertos, la mejor manera de prevenir enfermedades cardiovasculares es a través de un estilo de vida saludable. Si ha estado tomando aspirina «por si acaso», es el momento de reconsiderarlo y consultar a un profesional de la salud antes de iniciar o suspender su uso.

Editado por Felipe Espinosa Wang con información de la Universidad de Pensilvania, NIH, Fortune, WebMD y Science Alert.