NTG Costa Rica

El Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) intensificó sus operativos de vigilancia en la zona de La Fortuna de San Carlos, ante el crecimiento de tours ilegales que ofrecen acceso no autorizado al volcán Arenal y al Cerro Chato, dos áreas de acceso restringido por razones de seguridad y conservación ambiental.

Durante un reciente despliegue de control, las autoridades intervinieron a cerca de 350 personas y realizaron más de 200 inspecciones vehiculares, incluyendo:

  • 80 busetas de transporte turístico,
  • 30 motocicletas, y
  • 2 camiones que trasladaban ganado y madera.

Las acciones forman parte de una estrategia nacional para frenar las caminatas ilegales, las cuales —según denuncias— son promovidas a través de redes sociales y llegan a cobrarse por sumas de hasta ₡30.000 por persona.


Zonas peligrosas y sanciones severas

El ingreso a estas áreas sin autorización representa un riesgo serio para la seguridad de los visitantes, debido a la inestabilidad del terreno y a la actividad volcánica latente. Además, se considera una falta grave contra la normativa ambiental costarricense.

Las autoridades recordaron que las personas sorprendidas dentro de estas zonas sin permiso serán expulsadas de inmediato del Parque Nacional Volcán Arenal y podrían enfrentar multas superiores al millón de colones.


Llamado a la responsabilidad

El MINAE hizo un enfático llamado a turistas nacionales e internacionales, así como a operadores turísticos, para que respeten las regulaciones vigentes, eviten contratar servicios no autorizados y contribuyan con la protección de las áreas silvestres protegidas del país.

“Estamos redoblando esfuerzos para frenar estas prácticas irresponsables que no solo violan la ley, sino que también ponen en peligro vidas humanas y dañan nuestros ecosistemas”, expresó una fuente oficial del Ministerio.

El volcán Arenal y el Cerro Chato son parte de un complejo volcánico de alto valor ecológico y turístico, declarado zona protegida. Desde hace años, el acceso a ciertas áreas ha sido cerrado al público debido al riesgo de deslizamientos, gases tóxicos y la fragilidad del entorno natural.

Las autoridades reiteran que cualquier actividad turística en estos sitios debe realizarse únicamente con operadores certificados y dentro de las rutas autorizadas.