Aunque el Ministerio de Justicia y Paz intentó desmentir las denuncias hechas por el exmagistrado Celso Gamboa sobre presuntas violaciones a sus derechos mientras permanece en prisión preventiva, la institución terminó confirmando varias de las prácticas cuestionadas por el exjerarca judicial.
Gamboa, quien se encuentra recluido desde el pasado 23 de junio en el Centro de Atención Institucional Jorge Arturo Montero (La Reforma), señaló públicamente que ha sido objeto de constantes requisas, grabaciones durante reuniones legales, decomisos de documentos personales y un episodio que calificó como humillante: la mordedura de una rata mientras dormía en su celda.
En respuesta a estas declaraciones, el Ministerio reconoció, por ejemplo, que los oficiales penitenciarios utilizan cámaras corporales durante sus labores, incluso en situaciones que involucran contacto con privados de libertad. Según la institución, estas grabaciones buscan “garantizar la transparencia del accionar policial y salvaguardar los derechos de todas las partes involucradas”.
Sin embargo, Gamboa aseguró que estas grabaciones se extienden incluso a sus reuniones con su equipo legal, lo que, a su juicio, viola su derecho a la defensa técnica confidencial, especialmente en el marco del juicio que enfrenta por presunto tráfico de influencias junto al exalcalde Johnny Araya y la exfiscala Berenice Smith.
Otro señalamiento se relaciona con al menos 15 requisas en su celda durante el primer mes de detención, algunas realizadas en horas de la madrugada. El Ministerio respondió que, aunque los oficiales no tienen competencia para realizar allanamientos, sí están autorizados para ejecutar revisiones sin restricción horaria, en aras de la seguridad institucional.
Uno de los incidentes más graves denunciados por Gamboa fue el decomiso de un cuaderno de apuntes, en el cual registraba notas del proceso judicial y de la solicitud de extradición impulsada por Estados Unidos por presunto narcotráfico. El exmagistrado afirmó que un oficial le arrancó todas las hojas, dejándolo en blanco, y que por ello interpuso una denuncia penal ante la Fiscalía Adjunta de Alajuela, por posible infracción a la Ley sobre Registro, Secuestro y Examen de Documentos Privados e Intervención de las Comunicaciones.
Sobre este tipo de incautaciones, el Ministerio indicó que “todos los objetos no permitidos o ilícitos son decomisados”, y que en el pasado se han detectado en papeles evidencias de planes de fuga, estrategias para engañar a terceros o registros de ventas de droga.
En cuanto al episodio con la rata, ocurrido el pasado 13 de julio, Justicia no se pronunció directamente. Sin embargo, Gamboa denunció que el reporte interno del incidente fue filtrado y difundido públicamente, generando burlas y afectando su dignidad e intimidad.
Pese a confirmar varios de estos hechos, el Ministerio de Justicia y Paz insistió en que “desmiente categóricamente lo aseverado” por el exmagistrado.
Celso Gamboa permanece en prisión preventiva mientras se resuelve la solicitud de extradición presentada por Estados Unidos. Paralelamente, enfrenta el juicio en Costa Rica por supuesta corrupción, proceso en el cual decidió exponer públicamente las condiciones de su detención.