Cientos de pacientes con cáncer enfrentan un riesgo inminente para sus vidas debido al desabastecimiento de medicamentos oncológicos en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), una situación provocada por fallas en el nuevo sistema informático ERP-SAP, que entró en funcionamiento el pasado 2 de junio.

La denuncia fue realizada este miércoles por una organización de pacientes con enfermedades crónicas, que alertó sobre la urgencia del caso. Según indicaron en un pronunciamiento enviado a medios de comunicación, “tememos que esta situación provoque fallecimientos en pacientes que requieren estos fármacos para controlar, atacar o al menos mitigar el avance de su enfermedad”.

El sistema ERP-SAP, implementado por la CCSS con la promesa de modernizar los procesos de compras, pagos y distribución de insumos, ha presentado múltiples dificultades técnicas que han derivado en atrasos críticos. Entre las consecuencias más graves se encuentran los problemas para distribuir medicamentos, saldar deudas con proveedores y gestionar intervenciones quirúrgicas.

Uno de los casos más alarmantes fue reportado por Telenoticias, donde se expuso la situación de la empresa Meditek, proveedora de dispositivos médicos, que advirtió sobre un posible colapso en los servicios debido a una deuda pendiente de más de ₡3 mil millones. Esta obligación no ha podido ser cancelada a causa de los errores operativos del sistema ERP-SAP.

La crisis también afecta a pacientes con enfermedades cardiovasculares que dependen de cirugías o dispositivos médicos para mantenerse con vida.

A pesar de que la presidenta ejecutiva de la CCSS aseguró semanas atrás que el abastecimiento estaba garantizado, la institución se ha visto forzada a implementar un plan de contingencia para asegurar al menos los servicios básicos y la entrega de ciertos medicamentos.

El sistema ERP-SAP fue activado a nivel nacional sin estar completamente operativo en áreas clave, lo que ha generado fuertes críticas tanto del personal médico como de sectores administrativos. La falta de pruebas adecuadas y de ajustes técnicos antes de su implementación ha convertido esta transición tecnológica en una crisis sanitaria de gran escala.

La organización de pacientes exige soluciones inmediatas y advierte que cada día de retraso puede significar la pérdida de más vidas. Mientras tanto, cientos de personas siguen esperando los medicamentos que podrían marcar la diferencia entre la vida y la muerte.