Se presume que pagaba el oro con cocaína; está vinculado a una red internacional de narcotráfico
San José, Costa Rica. Un pastor evangélico identificado con los apellidos Barboza Pilarte enfrenta serias acusaciones tras ser vinculado a una red de extracción ilegal de oro en la mina de Crucitas, así como al lavado de dinero y presunto narcotráfico. Las autoridades señalan que el líder religioso utilizaba su congregación como fachada para justificar su elevado poder adquisitivo y encubrir el origen ilícito de los fondos.
El caso: fe, minería ilegal y cocaína
Según reveló el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Barboza habría financiado operaciones ilegales de minería y, en algunos casos, pagado el mineral con cocaína, lo que evidencia la conexión directa entre el tráfico de drogas y la minería ilegal en el norte del país.
El 17 de septiembre del año anterior, la Fiscalía Adjunta contra la Criminalidad Organizada, en conjunto con el OIJ, ejecutó un operativo de gran escala que incluyó 23 allanamientos simultáneos en diferentes zonas del país. Durante la operación fueron detenidos el pastor y un ciudadano colombiano naturalizado costarricense, señalado como el verdadero líder de la organización criminal.
El “tiburón del Pacífico”
El segundo detenido es catalogado como uno de los delincuentes más buscados por la DEA (Administración de Control de Drogas de Estados Unidos). Las autoridades internacionales lo vinculan con una red de narcotráfico conocida como los “7 tiburones del Pacífico”, que opera a nivel transnacional en el tráfico de cocaína por rutas marítimas del continente americano.
Situación legal: prisión preventiva y libertad condicional
Actualmente, nueve personas enfrentan cargos vinculados a esta causa. El pastor, el líder colombiano y siete sospechosos más continuarán en prisión preventiva por seis meses adicionales, mientras avanza la investigación judicial.
Entre los detenidos también figuran tres gerentes bancarios, acusados de facilitar maniobras financieras para el blanqueo de capitales. Estos últimos se mantienen en libertad condicional, bajo medidas cautelares.
Iglesia como fachada
Las investigaciones revelan que la iglesia dirigida por Barboza Pilarte habría servido como centro de operaciones financieras, utilizando los recursos obtenidos por medios ilegales para justificar ingresos y aparentar legalidad. El uso de congregaciones religiosas como cobertura para actividades delictivas es un fenómeno cada vez más observado por las autoridades judiciales, tanto a nivel nacional como internacional.
El caso continúa en desarrollo
La Fiscalía ha confirmado que la causa judicial sigue abierta y no se descartan más detenciones en las próximas semanas, dado el alcance internacional del caso y la cantidad de personas involucradas en la red.
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