La madrugada del lunes, alrededor de 1.000 personas fueron evacuadas en Guatemala debido a la erupción del volcán de Fuego, ubicado a unos 35 km al suroeste de la capital. Este coloso de 3.763 metros de altura, considerado el más activo de Centroamérica, comenzó su actividad eruptiva el domingo, expulsando lava, gases y ceniza.

Los habitantes de los caseríos El Porvenir y Las Lajitas, en el municipio de Alotenango, abandonaron sus hogares con mochilas con ropa y alimentos para refugiarse en un salón municipal o en casas de familiares y amigos. «Escuchamos anoche los retumbos y luego una erupción fuerte. Tenemos confianza en Dios… que se calme pronto la actividad del volcán», expresó Manuel Cobox, de 46 años, quien fue evacuado junto con su esposa e hijas.

La erupción sigue activa

Según el Instituto de Vulcanología de Guatemala, la actividad del volcán ha disminuido levemente, pero la erupción no ha finalizado. Como medida preventiva, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) evacuó aproximadamente 900 personas de El Porvenir y otras más de Las Lajitas. En la cabecera municipal de Alotenango, 334 personas permanecen en refugios temporales, mientras que unas 50 han regresado a sus comunidades tras la reducción de la actividad volcánica.

La Conred declaró la alerta naranja la noche del domingo para coordinar acciones de prevención y respuesta con los alcaldes de los municipios cercanos. La última gran erupción del volcán de Fuego ocurrió en mayo de 2023, cuando fueron evacuadas unas 1.200 personas.

Claudinne Ogaldes, titular de la Conred, explicó que la fuerte erupción puso en riesgo a unas 30.000 personas que habitan zonas aledañas en los departamentos de Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez. Las autoridades continúan monitoreando la situación para garantizar la seguridad de los pobladores.