Karen Barillas, una joven docente de la escuela Los Ángeles de Cariari, en Guápiles, celebra un cumpleaños muy especial este 2 de marzo. A sus 29 años, ha vuelto a su pasión por enseñar gracias a un trasplante de corazón, un regalo de vida producto de la generosidad de una familia donante.
Un renacer
Karen enfrentó una enfermedad cardíaca progresiva derivada de complicaciones por covid-19, que deterioró su salud hasta hacer imprescindible un trasplante. Tras múltiples intentos fallidos, finalmente recibió la llamada que cambiaría su vida.
Un nuevo latido, una nueva vida
Después de la operación de casi 10 horas, Karen despertó con un poderoso latido en su pecho, una señal de esperanza. Hoy, ha vuelto a las aulas con una visión renovada de la vida, consciente de la importancia de la donación de órganos.
Inspiración y mensaje de vida
«Si no existiera la donación, yo no estaría aquí», dice emocionada. En el marco del Día Mundial del Trasplante de Órganos y Tejidos, Karen busca inspirar a otros a considerar este acto de generosidad que salva vidas.
Su historia es un testimonio de fe, lucha y gratitud, un recordatorio de cómo un solo acto de amor puede cambiar el destino de una persona para siempre.
Fuente: Hospital Calderón Guardia, testimonios de Karen Barillas