El abogado del hombre condenado por el homicidio de un vecino en Guachipelín de Escazú negó que exista peligro de fuga tras el cambio temporal de medida cautelar que permitió a su defendido salir de prisión.

Se trata de un sujeto de apellido Ramírez, quien cumple 20 años de prisión por el asesinato de Otoniel Orozco, ocurrido en 2022. Actualmente, Ramírez se encuentra en arresto domiciliario con monitoreo electrónico, debido a una condición médica que motivó una intervención quirúrgica reciente. La medida fue autorizada por las autoridades judiciales con base en un dictamen del Departamento de Medicina Legal.

El beneficio se mantendrá hasta setiembre, cuando se espera que el imputado haya concluido su proceso de recuperación.

El fin de semana anterior, Rodrigo Araya, abogado de la familia de la víctima, manifestó su preocupación por la posible fuga del condenado, luego de que este saliera del centro penal.

Sin embargo, el defensor del imputado, Andrés Durán, respondió tajantemente a las declaraciones y afirmó que “es falso que exista peligro de fuga”. Añadió que la medida es temporal y enfatizó que la sentencia aún no está en firme, pues el proceso fue tramitado mediante un procedimiento abreviado y se encuentra pendiente de resolución definitiva.

Durán también criticó algunas de las versiones difundidas por allegados del fallecido, alegando que “se están generando percepciones erróneas que no se ajustan a la realidad procesal ni médica del caso”.


Ramírez fue condenado por matar a Otoniel Orozco, en un caso que conmocionó a los vecinos del cantón josefino. El crimen ocurrió en medio de una disputa vecinal que escaló trágicamente. Desde entonces, la familia de la víctima ha exigido justicia y seguimiento estricto a la ejecución de la condena.

El caso continúa generando debate público por el uso de medidas alternas a la prisión preventiva y el papel del monitoreo electrónico en casos de alta connotación.